jueves, 6 de noviembre de 2008

Extraña semana

La que corre ha sido una extraña semana para mí. Lo digo porque han sucedido una serie de incidentes que me hacen sentir extraña. El lunes, la visita anual al médico, en la que me confirmó que no tengo cáncer ni diabetes ni SIDA, pero me hizo sentir frágil al pedirme que me observara a mí misma. No pregunté por qué pero me sentí así. El martes, camino al cine sucedió el avionazo. Pasé por ese lugar a lo sumo 5 minutos antes de que sucediera y vi después cómo se desplegaban servicios de ambulancias, bomberos y protección civil. También me sentí frágil. Más tarde ese día, el discurso redentor de Obama. Ojalá y no suceda con él lo que sucedió con Fox hace años, cuando los mexicanos pusimos todas nuestra esperanzas en él y nos defraudó. Crear demasiadas expectativas no es conveniente, especialmente si no está totalmente en tus manos cumplir los compromisos. Ayer miércoles me doy cuenta que estoy perdiendo 4 horas diarias en transitar a mi trabajo debido a los plantones, las obras de repavimentación y por supuesto, los operativos para determinar las causas del accidente. No puedo creer que no me haya dado cuenta antes y tampoco entiendo cómo sigo amando esta ciudad y soportando todo ello.
Algo extraño está sucediendo estos días, insisto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso te pasa por vivir en el bosque, bien podrías haber comprado en la Industrial Vallejo, en Tlane. o de perdis en Arboledas.
Saludos
LAP

Pater Noster dijo...

fragilidad

ese delicado sentimiento que nos recuerda lo humano que nos hemos convertido