¡Caramba! El tener a una visita de orientación filosófica del cono sur en casa durante una quincuagésima segunda parte de un año resultó instructivo y agotador... ¡diablos! A una se le olvida que vivir a más de 2200 m sobre el nivel de Cancún no es cosa de lamentarse, sino de ¡mentar madres! Levantarse, trabajar, comer, manejar, beber, filosofar, ¡es tan cansado!
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario