Aunque el título suene a novela de Huxley o de Bradbury, es la realidad. He comprado una planta llamada Cuna de Moisés que se encuentra en un jarrón donde vive un pez Beta. Increíble, al menos para mí. Inadmisible para los que luchan por los derechos de los animales. Kitsch para los que opinan de arte. Extraño, para mí. Es la primera vez, en mis años de vida, que me atrevo a comprar un animalito, en este caso, un pez. Lo vi y me gustó, a pesar de esas piedrecitas rosas y ese envoltorio rojo con pintas blancas que semejan copos de nieve. La pregunta es ¿y ahora qué hago? Por lo pronto supongo que desfacer el entuerto y mudar al pobre pez para que tenga una vida más digna, en una pecera decente y con comida para pez. Luego, no sé.
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2 comentarios:
Ya tiene nombre, ya comió y vive ahora en un lugar más digno. Se llama Leo(nardo Da Vinci), come unas bolitas apestosas y vive en una bettera en donde le gusta dar vueltas y vueltas alrededor de una planta artificial. Lo colocamos en la mesa de la sala, cerca de la ventana y cerca de otras plantas. Esperamos que tenga una vida larga y saludable.
Mi amiga Genèvieve tiene un beta desde hace dos años, y está bajo una planta....se alimenta de las bacterias que crecen en la raiz de la planta y la planta se enriquece de los minerales de las heces del pez, es una microbiosfera totalmente autosuficiente, en dos años no le ha comprado comida al pez y todo funciona muy bien.
Esta lindo tu pez! No se me hace kitsch en lo absoluto y me encantó el nombre....yo tuve uno que se llamaba Siddahta Gautama :)
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